domingo, 27 de noviembre de 2011

Sor Juana Ines de la Cruz


Más conocida como Sor Juana Inés de la Cruz, (Nepantla, 12 de noviembre de 1651-Ciudad de México, 17 de abril de 1695) fue una religiosa y escritora novohispana del Siglo de Oro. Cultivó la lírica, el auto sacramental y el teatro, así como la prosa. Por la importancia de su obra, recibió los sobrenombres de «el fénix de América», «la Décima Musa» o «la Décima Musa mexicana».

A muy temprana edad aprendió a leer y a escribir. Perteneció a la corte de Antonio de Toledo y Salazar, marqués de Mancera y 25° virrey novohispano. En 1667 ingresó a la vida religiosa a fin de consagrarse por completo a la literatura. Sus más importantes mecenas fueron los marqueses de la Laguna, virreyes de la Nueva España, quienes publicaron sus obras en la España peninsular. Murió a causa de una epidemia el 17 de abril de 1695.

Sor Juana Inés de la Cruz ocupó, junto a Juan Ruiz de Alarcón y a Carlos de Sigüenza y Góngora un destacado lugar en la literatura novohispana. En el campo de la lírica, su trabajo se adscribe a los lineamientos del barroco español en su etapa tardía. La producción lírica de Sor Juana, que supone la mitad de su obra, es un crisol donde convergen la cultura de una Nueva España en apogeo, el culteranismo de Góngora y la obra conceptista de Quevedo y Calderón.


Poesia

DE AMOR, PUESTO ANTES EN SUJETO INDIGNO, ES ENMIENDA BLASONAR DEL ARREPENTIMIENTO

Cuando mi error y tu vileza veo,
contemplo, Silvio, de mi amor erradeo
cuán grave es la malicia del pecado,
cuán violenta la fuerza de un deseo.

A mi misma memoria apenas creo
que pudiese caber en mi cuidado
la última línea de lo despreciado,
el término final de un mal empleo.

Yo bien quisiera, cuando llego a verte,
viendo mi infame amor poder negarlo;
mas luego la razón justa me advierte

que sólo me remedia en publicarlo;
porque del gran delito de quererte
sólo es bastante pena confesarlo.

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